Balance Anual

No, no voy a contarte que finalmente decidí ir a aquella cena de empresa porque tuve un plan mejor. Quedé con mis amigas de toda la vida. Las que siempre están ahí cuando las necesitas o cuando no. Aproveché que Martín y Cristina no estaban en casa y decidí hacer la cena de amigas que se hace en estas fechas. Aunque con la peculiaridad de llevar un texto escrito por cada una de nosotras donde hacemos un resumen anual: Lo positivo y negativo. Las buenas y malas acciones. Y lo que esperas para el siguiente año. La verdad es que siempre suele ser un descojone, sobre todo porque se hace al final de la cena, después de unas cuantas copas de vino.

Primero llegó Marta con cinco botellas de vino blanco y cinco diademas navideñas. – ¿Cinco botellas? pregunté. – Hoy nos pillamos el pedo amiga. He traído una botella para cada una. De aquí no salimos hasta que no podamos hablar. 

Marta está recién divorciada. ¿Terceras personas? Me hace gracia esta pregunta que nos hacemos siempre cuando te enteras que fulanito o menganito se ha separado o divorciado, es inevitable pensar en «terceras personas» además en plural. Pues sí, terceras, cuartas, quintas y sextas personas. Marta es infiel por naturaleza y según ella todos lo somos aunque nos neguemos a aceptarlo. Ella sabe que no puede prometer amor eterno a nadie porque le encanta el coqueteo y gustar a los hombres.

– Marta, abre la puerta creo que es  Gloria.

– ¡Voy!. 
Gloria se casó hace cuatro años con un hombre bastante más mayor que ella. «The end». Como el final de una peli clásica. Nos encanta su vida o eso cree ella. Gloria es una estilista reconocida, tiene buen sueldo y un hombre maravilloso a su lado. Ella siempre dice que los hombres más seguros, interesantes y mejores amantes son los cincuentones.

– ¡No se puede generalizar Gloria! contestaba Mónica mientras servía la segunda ronda de vino blanco.

Mónica es la más joven del grupo, le encantan los hombres y las mujeres. Actualmente tiene una relación pasajera con Lola, la frutera de debajo de su casa. ¿Pasajera?, sus relaciones no duran más de dos meses. Ella compara el comienzo de una relación con el trailer de una peli.

– Al principio mola. El trailer siempre te da las mejores imágenes de la película, como cuando conoces a alguien, después con el tiempo la historia cambia bastante cuando has visto la peli completa. ¡A mi me gustan los trailers! Son la chispa de la vida chicas. ¿Otra ronda de vino?

 Un momento. Es verdad. ¿Qué pasa conmigo? No hago más que describir a mis amigas y de mi no he dicho nada. Pero es que de uno mismo no está bien hablar, no es objetivo. -¡Marta! ¿Qué piensas de mi? – ¿A qué coño viene esa pregunta? – ¡Es para mi blog tía! respondí mientras masticaba y bebía a la vez.  Marta se puso de pie para decir: – Eres graciosa y mona. – ¿En serio Marta? ¿Esa es mi descripción? – Y tienes mala leche. Recopilemos, soy graciosa, mona y tengo mala leche. Qué flipe de descripción. – Y estás obsesionada con tener familia, un hombre y varios hijos jajaja, gritó Mónica. – ¿De dónde te has sacado esa mierda?. – Es broma, respondió. No es broma, las bromas tienen siempre un gran porcentaje de verdad. – Chicas, chicas, ¡chicassssssss!, respondió  Gloria. – Los que te lean ya verán cómo eres, ¿no?.  (APLAUSOS). Cómo nos encanta aplaudir siempre cualquier cosa que hace que gire una conversación o momento.  ¡Brindemos!

Podría seguir describiendo más aspectos de la cena como que Gloria por poco se atraganta con el jamón porque está obsesionada con el atragantamiento desde que su primer novio casi se ahoga con un garbanzo hace ya unos 20 años. Desde entonces no come cocido. Y aunque haya más casos en todo el mundo de atragantamiento de jamón no creo que dejase de comerlo. ¿Era irrelevante verdad?. La historia esta del garbanzo y el jamón, digo. Como Mónica que tiró una copa de vino en el mantel mientras criticaba a Sara, la que faltaba por llegar, porque siempre llega tarde.  «Pero la queremos igual», es la frase del final cada vez que la criticamos. ¿Más cosas irrelevantes? ¿Será que te gustan los pequeños detalles? Bueno ya sabes, salieron temas políticos y después el satisfyer, movidas del trabajo, etc,. Pero qué quieres que te cuente si el tema satisfyer está bastante trillado. No me apetece seguir con los pequeños detalles. 

Después vino el momento más esperado de la noche. No. Sara no apareció. Acabó inventándose que la habían robado el satisfyer y no salía sin él. Jajaja es coña. Dijo que le dolía la cabeza, la mejor excusa del mundo mundial. El momento más esperado fue cuando acabó la cena y pasamos a sentarnos  al sofá con los típicos pastelitos navideños y cuatro gin tónic que había preparado Mónica. Como cada año Sara tenía que ser la primera en salir a recitar su texto anual pero no estaba, así que su turno pasó para Marta. 
– Bueno chicas voy un poco borracha y quizá improvise un poco con el texto porque veo menos que Pepe Leches. Pero allá voy. A ver, para mi lo negativo de 2019 ha sido que me han salido más arrugas en la cara que nunca, se me han caído los párpados y creo que la cara completa. Bueno, y las tetas. Y… el culo. ¡Joder! En 2019 el poder de la gravedad parece que ha aumentado y se me han caído hasta las pestañas. 
Jajaja risa conjunta. 
–  ¿Lo positivo de este año?: Divorciarme del picha corta y ladrón de mi marido. jajaja (risa embriagada)
A ver quiero hacer un inciso con este tema de Marta y su ex marido el picha corta. «Deivid» (para que lo leas como ella lo pronuncia), era un insoportable e inseguro, bueno es que aún no se ha muerto. Y según Marta la tenía pequeña. Y lo peor de todo, tenia un grave problema de ludopatía. El muy sinvergüenza había robado parte del dinero que tenían en común. Lo más gracioso de toda esta historia es que «Deivid» había ido al programa de Carlos Sobera para pedirla perdón por su problema con la ludopatía. Jajaja creo que esto fue lo mejor de 2019 para Marta y para todas. (Un saludo a Carlos Sobera). Ella continuó con su discurso diciendo que no había hecho ninguna mala acción en este año pero que pensaba hacer malas acciones en 2020. En fin, Marta empezaba a ponerse insoportable. Marta, la amiga a la que el alcohol no le sienta nada bien.

– ¡Gloria! ¡Te toca! 
– Bueno chicas … Apenas comenzaba, Marta interrumpió: 

– JAJAJA mírala, si parece Melania Trump.
– Bueno chicas, otra vez. Para mí lo mejor de 2019 ha sido el reconocimiento profesional que he tenido en este sector tan competente que es la moda. Las numerosas llamadas de representantes de famosos muy interesados en poder vestirlos para galas y eventos. El mejor año de amor que he tenido desde que estoy con mi marido, los viajes, por supuesto teneros a mi lado, y sobre todo que hemos tenido salud. Lo peor ha sido descubrir que no puedo tener hijos. Pero no pasa nada chicas, lo he aceptado y ya está. ¿Malas acciones? No recuerdo ninguna. ¿Buenas? Creo que he sido buena hija, buena mujer y buena amiga…  bla bla bla bla bla bla bla bla bla 

¿He conseguido aburrirte con la parrafada de Gloria? Es justo lo que quería, aburrirte, porque fue lo que hizo con nosotras. Nos aburre mogollón cuando a alguien le va de puta madre en todo. Sobre todo cuando sabes que es mentira pero ella se miente  a si misma.  Gloría, la amiga que siempre aparenta que todo está bien y perfecto. 
Son estos momentos en los que imagino decirle a Gloria  todo lo que pienso:

– Tu vida no es perfecta, cariño, amor, cielo o la coletilla que me venga en gana. Te pasas la vida trabajando sin parar, y encima eres una celosa patológica. Te llevas fatal con una conocida influencer que representa a una marca de cuidados para el pelo porque comentaste en su instagram que tenia menos pelos que una bombilla. Desde entonces los memes no han parado de dar por culo a esta mujer. También te metiste con otra porque había escrito un libro y tuviste el valor de comentarle y asegurar que ese libro lo habría escrito  un negro. La liaste muy parda Gloria. ¡Te llegaron a llamar racista por este comentario!. 
Y aunque no le dije nada a Gloria no le faltó razón. Aquellos que dicen que han escrito un libro como por ejemplo:  muchos. Mienten.

– ¡Me toca!. Lo peor de 2019 es que se me ha pasado el año tan rápido que apenas puedo hacer balance. ¿Lo mejor?. Poder dedicarme a lo que me gusta en «Frescura». Malas acciones, unas cuantas: Llamar hijos de puta a una conocida compañía de seguros de viaje  porque no me devolvían el dinero por la cancelación de un viaje por enfermedad. Dirigirme al que me atendió que tenia la cara llena de granos y decirle con  voz erótica y aguda: «sois todos una panda de pajilleros». Luego me arrepentí pero finalmente me alegré porque me devolvieron el dinero después de presenciarme en su oficina cuatro veces. Después de aquello pensé que llamar «panda de pajilleros» a cualquier empresa me ayudaría a conseguir mis objetivos. Pero no. No lo hagáis porque no funciona. ¿Buenas acciones? No recuerdo ninguna, pero para el 2020 prometo contar las buenas acciones. ¡Lo juro! jijiji
Faltaba Mónica por hacer su discurso pero decía que mejor nos fuéramos a bailar que el año que viene hablaría del 2019 y el 2020. Pues eso que nos vamos a echar unos bailes y a coquetear un rato. ¡Qué feliz año 2020 para todos!, qué como dice una amiga: ¡este año promete!.  

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