«Miss» Despiste

Hace una semana fui a ver a Santiago, no al Apóstol, sino a un dietista de mi pueblo que me habían recomendado. Resulta que Santiago, te mide, te pesa y te hace mil preguntas sobre tu vida y después de esto te prepara una dieta con horarios relacionada con tus hábitos, es decir, si haces deporte te hace una dieta para deportistas y si no mueves un dedo te hace una dieta para vaguete. A mí siempre me ha costado esto de hacer dietas, pero bueno, quiero perder algún kilillo a base de comer bien y sano que es así como lo hace Santiago.  Lo primero que me ha quitado han sido mis gin tonic. Asi que ¡adiós con el corazón! Será durilllo pero bueno. Me ha dicho que puedo beber 4 cervecitas a la semana. Las juntaré todas para el viernes porque divididas no será lo mismo.

Como decía al principio, el tío te mide y resulta que he perdido 4 cms de altura.¡No, no, esto está mal!. ¡No puede ser!. Toda la vida he medido 1.69-1.70. ¿Que mido 1.66?. !Me niego, es que me niego! exclamé – A partir de los 30 vas menguando, es así. Eso me dijo el Apóstol de las dietas. ¡Venga yaaaaa!. ¡Que pasa, que cuando tenga 40 seré un liliputiense o qué!. ¡Pues no me hace ni puta gracia!. Santiago me calmó diciendo que por las mañanas medimos más y que según va pasando el día vas menguando. Vamos que cuando te acuestas eres “po zí” o algo parecido … jajajjajajaja

¡Mi dieta ha empezado fenomenal!. Hoy fue el primer día y se me olvidó la comida en casa después de prepararla anoche durante casi una hora, midiendo hasta la fruta. ¡Que despistada soy siempre!. Creo que tengo tanta saturación de ideas en mi cabeza que se acaba atascando y acaba fallando siempre algo. Hace poco fui durante diez kilómetros con el maletero abierto. Lo vi porque en el retrovisor se reflejaba mi cara y lo usé para pintarme los labios en un semáforo. Ya decía yo que me miraban mucho los coches cuando adelantaban. ¡Vaya tela como están hoy los tíos!. ¡Mira la pava esta con la puerta del maletero abierta!, pensarían. A uno le llegué a sacar el dedo.¡Cerdo! ¡Pa ti!. El copiloto sacó un papel que decía “mal/etero/abierto”, en tres líneas. El – MAL -no lo vi y  entonces le saqué el dedo, bajé la ventanilla y le dije –¡díselo a tu abuela!. ¡Paleto que hetero es con “h”!. Hay que ver que agresiva me pongo cuando voy conduciendo. Esto no acaba aquí porque el tío resultó un chungo y contestó –¡Mi abuela no conduce! INSULTO MUY MUY FEO. Ahí ya se “cagó” y le dije: ¡con esa cara seguro que eres monaguillo!¡antiguo!. Es que me dio miedo usar un insulto. Me acojoné. Aunque no lo monaguillo tampoco le sentó muy bien y él siguió insultándome.

Me desvié. Giré el retrovisor para ver si me seguían y entonces me di cuenta de la que había “liao”. ¡MALETERO ABIERTO!

Yo supongo que los despistes los tiene todo el mundo, ¿será que los “despitaos” vivimos en una dimensión paralela y no vemos a veces la realidad de las cosas?.

Hace unos meses me fui a pasar el fin de semana fuera y a la vuelta me encuentro unas llaves igualitas a las mías puestas en mi puerta. Estaba claro que las dejé ahí todo el fin de semana. Antes de abrir pensé en mil cosas. El abanico de pensamientos fue amplio, desde ocupas, robo, destrozo porque si, fiesta, prostitutas, niños jugando, algún ex queriendo sorprender… El caso es que todo aquello duró tan solo un minuto en mi cabeza.Giré la llave abriendo con una patada, me pegué a la pared más cercana y dije: ¡si estás ahí sal! ¡Vamos!.De repente una pequeña ráfaga de viento que entró por la ventana de la cocina hizo volar un servilleta de papel desplomándose lentamente hasta tocar el suelo. Las luces aún estaban apagadas o creo que fueron mis ojos los  que estaban  cerrados. No había nadie, todo estaba intacto como siempre, todo en su sitio… Aunque si bien tengo que decir que Charly, mi pez, apareció despeluchado, sus aletas no son las mismas y él parece más pequeño. Yo creo que ha habido cambiazo. No sé, tengo muchas dudas con este tema. Hace poco un amigo le vió y me dijo que le veía raro que no parecía el mismo. ¿Será que alguien entró en casa ese fin de semana, le gustó Charly y lo cambiaron por un despeluchado? O lo mismo murió. Alguien entró, lo vio muerto y tuvo el detalle de comprarme un Charly nuevo. No se … Hace poco, se hizo el muerto, lo hace a menudo, desde el supuesto cambiazo , pero esta vez la broma se prolongó demasiado y me hizo creer que se había ido para siempre … ¡Menuda movida!  Me levanté y comencé a mover la pecera – ¡Charlyyyyyyy noooooooooo! ¡Charlyyyyyyy! ¡Te quiero! ¡Y ahí ya resucitó! ¡Anda! Será que cuando te dicen “Te quiero”  te dan un chute de energía y uno como que resucita. Es muy gracioso, le hablo mucho. Cuando le toca cambiarle el agua, le digo: ¡Vamos que hoy te toca el baño!.

Te quiero ¡por si te hace falta un chute!  🙂  FELIZ MARTES

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s